sábado, 10 de noviembre de 2012

MONOGRAFIA: “QUE LA COMIDA SEA TU ALIMENTO Y EL ALIMENTO TU MEDICINA”

OBJETIVO GENERAL:

Crear estilos de vida saludable y poder lograr una mejor calidad de vida.

OBJETIVOS ESPECIFCOS:

  •       Identificar los factores que influyen en la alimentación adecuada y de equidad.
  •       Informar sobre el origen de los alimentos que se consumen diariamente
  •       Promover el consumo adecuado de alimentos saludables para el ser humano
  •      Conseguir el autocuidado en el ser humano según sus etapas de vida 
 TEMARIO:  

CAPITULO I: Factores que Influyen en la Alimentación Adecuada y de Equidad
  • I.1- El Nivel Cultural
    En casi todos los países, los factores sociales y culturales tienen una influencia muy grande sobre lo que come la gente, cómo preparan sus alimentos, sus prácticas alimentarias y los alimentos que prefieren. Sin embargo, los hábitos y prácticas alimentarias son rara vez la causa principal, o importante de la malnutrición. Por el contrario, muchas prácticas son específicamente diseñadas para proteger y promover la salud; un ejemplo es suministrar a las mujeres alimentos abundantes, densos en energía, durante los primeros meses después del parto. Es verdad también, que algunas prácticas alimentarias tradicionales y tabúes de ciertas sociedades pueden contribuir a deficiencias nutricionales en grupos específicos de la población. Los nutricionistas deben conocer los hábitos y prácticas de alimentación de las comunidades donde trabajan, de manera que puedan ayudar a reforzar los elementos positivos y luchar para cambiar los negativos.
    La alimentación constituye una de las múltiples actividades de la vida cotidiana de cualquier individuo y grupo social y, por su especificidad, adquiere un lugar central en la caracterización biológica, psicológica y cultural de la especie humana. El alimento ha de contemplarse siempre como vehículo no solo de nutrientes, sino de placer y cultura, y tan imprescindibles son unos como otros para la salud integral y social del individuo.
    La necesidad de recurrir a los aspectos culturales para comprender la alimentación humana arranca de la prueba de que los propios condicionamientos biológicos han podido concretarse de diferente modo en diferentes sociedades, ejemplo: Los chinos, japoneses y coreanos no pueden ver la leche, consideran que tomar leche es como beberse un vaso de “babas” o también En muchas culturas, las larvas de insectos son consideradas manjares exquisitos, No todo el mundo es capaz de disfrutar con un buen plato de caracoles o ancas de rana. 
     La falta de acceso a la educación, incluida la formación profesional, y a la información y la tecnología, puede también impedir que las personas tengan una buena y correcta alimentación.

    Aunque no siempre ocurre así, el nivel de instrucción condiciona el status profesional que ocupa un individuo en la sociedad y el nivel económico.
    En general se alimentan mejor los individuos con un nivel cultural más alto pues tienen el conocimiento sobre que alimentos son realmente nutritivos y beneficios para su salud.
    La cultura actúa estableciendo regularidad y especificidad.  La conducta alimentaria diaria de la mayoría de las personas resulta predecible dependiendo de sus patrones culturales (recursos tecnológicos, organización social, actividades, horarios, profesiones, relaciones familiares, responsabilidades…). A sistemas culturales distintos corresponden sistemas alimentarios diferentes.
    Es por eso que el desconocimiento o el exceso de informaciones contradictorias sobre salud y dieta contribuyen a comprar y preparar la comida a partir de los ingredientes inapropiados y que carecen de propiedades nutricionales  

    I.2- Situación Económica y Condiciones de Vida

    Con frecuencia las personas que viven en la pobreza no pueden ejercer plenamente el derecho a la alimentación porque no pueden comprar alimentos adecuados ni tienen los medios para cultivarlos ellos mismos
    El nivel económico de una población influye en cómo se alimenta. Las poblaciones ricas tienen gran capacidad para proveerse de alimentos aunque no siempre están bien alimentados (exceso de azúcares refinados, grasas y carnes), el nivel de vida inferior conlleva dietas más monótonas y carentes a veces de nutrientes esenciales, siendo incluso de baja calidad higiénico sanitarias y nutritivas.
    Es por eso que si los alimentos son demasiado caros o su ingreso demasiado bajo puede mermar la calidad y la cantidad de los alimentos que comen, por ejemplo, se ven obligados a optar por alimentos más baratos pero menos nutritivos o sanos. En esos casos no gozan del derecho a la alimentación porque los alimentos que comen son inadecuados.
    Vivir en una zona donde los ingresos son bajos también puede presentar obstáculos logísticos para comer bien, como la falta de un medio de transporte. El transporte público no siempre es una solución viable, en particular para las personas con hijos pequeños o dificultades para moverse de su lugar de origen.
     El hábito de consumir alimentos ricos en energía y pobres en nutrientes es consecuencia de la falta de medios económicos para comprar alimentos más saludables. Además, el recargo en el precio de los alimentos saludables parece ser aún mayor en las zonas donde los ingresos son bajos. Por otra parte, la falta de instalaciones adecuadas para cocinar en las casas refuerza la necesidad de consumir platos preparados o comida para llevar, cuya densidad energética suele ser más elevada.
    La accesibilidad económica significa que los alimentos deben estar al alcance de las personas desde el punto de vista económico. Las personas deben estar en condiciones de permitirse la adquisición de alimentos para tener una dieta adecuada sin comprometer otras necesidades básicas.



    I.3- El Poder de los Medios de Comunicación
    La publicidad mayormente son sobre alimentos con elevado contendido en calorías, grasas, colesterol, azúcar y sal así como golosinas tiene como objetivo estimular el deseo y la necesidad de consumirlos ,es por eso que las personas representan una importante cuota de mercado, y más aún los niños y jóvenes los cuales tiene tendencia a visualizar la televisión donde la mayor parte de anuncios es sobre alimentos o comidas poca nutritivas, haciendo que el público expectante modifique su alimentación volviéndose poco saludable o “chatarra” que conlleva a múltiples enfermedades.
    Crea estereotipos como consumir un producto se convierte en necesidad.
    La publicidad en los medios de comunicación está llevando a un consumismo excesivo y a la ingesta de alimentos muy calóricos y de escaso valor nutritivo.
    Otros estudios han descubierto una relación entre el tiempo de visionado de televisión y los malos hábitos alimenticios: las personas tienden a elegir opciones alimenticias rápidas y menos sanas cuando comen delante del televisor; también tienden a picar mientras ven la televisión, independientemente de que tengan hambre o no. Este fenómeno se conoce como "alimentación mecánica".
    Sin embargo, este estudio es único en cuanto que observa si ver la televisión con frecuencia tiene un impacto duradero en los hábitos dietéticos
    La publicidad saliéndose de su principal función, que es la de buscar y persuadir al público para que tome la decisión de comprar un producto específico, se ha convertido en creadora de deformaciones sociales, éticas y hasta psicológicas. También es sin lugar a dudas uno de los fenómenos más importantes y característicos de la sociedad de consumo moderna, ya que ella acompaña al hombre en casi todos los aspectos de su vida y lo induce a adoptar comportamientos no precisamente armónicos con sus propios intereses sino más bien con los de aquel que anuncia comercialmente algo.
    Los medios de comunicación se han vuelto un gran problema para todas las personas, ya que gracias a estos han aumentado las ventas de productos con escaso valor nutricional, lo cual da como resultado una mayor población con obesidad y sobrepeso, lo cual no es nada agradable ya que no solo nos olvidamos de comer sano, sino también de comer nuestros productos nacionales que nos pueden proporcionar todo lo necesario para tener una vida sana.


    I.4- La Industria Alimentaria:
    El sector alimentario es la rama de la industria encargada de transformar los productos procedentes del sector agropecuario, es decir, de la agricultura y la ganadería. En tiempos pasados, en que la industria alimentaria no dependía de las demandas del consumidor, los agricultores cultivaban sus tierras y criaban ganado obteniendo buenos rendimientos económicos por esa actividad, además de producir lo suficiente para satisfacer las necesidades familiares propias.
    En la actualidad, el consumo de alimentos depende de lo que otros cultiven y procesen, lo que ha dado lugar al desarrollo de una de las industrias más importantes del mundo: la industria alimentaria. No obstante, la exigencia del consumidor obliga a competir a los minoristas para ofrecer una amplia variedad de productos y precios más atractivos, lo que se traduce en una demanda más específica de calidad y cantidad hacia los fabricantes e industrias transformadoras, las cuales también compiten a su vez, reclamando a los agricultores aquellas materias primas que cumplan con los deseos del mercado. En algunos países, la industria del procesado y conservación de alimentos supone hasta el 15% de todas las industrias de manufacturación.
    Desde sus inicios a principios del siglo XIX, esta industria evolucionó hasta alcanzar una gran diversidad y complejidad. Así, por ejemplo, la industria conservera se desarrolló a partir de los descubrimientos que Pasteur realizó sobre los procesos de esterilización, evolucionando hasta la actualidad con la aparición de nuevas técnicas, como los cierres al vacío, la deshidratación y la congelación.
    De los avanzados sistemas de producción y técnicas de conservación, se beneficiaron especialmente aquellas industrias que debían suministrar sus productos perecederos a gran distancia, como son la industria láctea. Hoy en día, la leche y sus derivados pueden ser entregados y almacenados en los grandes centros de consumo (ubicados en poblaciones y centrales distribuidoras), sin tener que resolver el grave problema que suponía la lejanía con el centro de producción.
    La industria alimentaria tiende a evolucionar hacia una mayor concentración y tecnificación. Se inclina de forma creciente por productos más elaborados, con oferta orientada a las comidas preparadas y precocinadas. Esta tendencia viene dada por la mayor calidad de vida y creciente prosperidad de los habitantes de países desarrollados, los cuales dedican menor cantidad de ingresos a la adquisición de alimentos crudos o no elaborados. Aunque existe una gran cantidad de alimentos que pueden ser consumidos crudos, como por ejemplo la fruta, la mayoría requiere un procesamiento que le permita más seguridad y mayor tiempo de conservación, además de apetecible al paladar. Para ello se utiliza la tecnología de los alimentos, que suele estar supervisada dentro de las empresas por personal científico y técnico.


    I.5- Estilos de Vida
    Los estilos de vida están constituidos por una variedad de actitudes, hábitos y prácticas individuales que pueden influir positiva o negativamente en el proceso salud - enfermedad. Incluye todo tipo de presiones familiares, sociales, comerciales que condicionan los conocimientos, actitudes, aficiones y hábitos, como seguridad, recreación, ocio, trabajo, sueño, sexualidad, alimentación, higiene, sedentarismo, el habitar en el área rural o urbana, entre otros.
     El modelo de vida se compone de comportamientos y hábitos que hacen referencia a las costumbres, a lo cotidiano y las emociones. Los hábitos son los valores y estilos de vida que dependen de las condiciones de existencia y concepciones del mundo. En la sociedad existen hábitos de curación y prevención y también de consumo que, a su vez, están determinados por la cultura, de allí que se trate entonces de transformar o reafirmar valores, tradiciones o reforzar comportamientos y costumbres, para promover una alimentación sana y un estilo de vida saludable.
     El estilo de vida puede convertirse, por tanto, en factor de riesgo o en factor protector para la salud. Como factor de riesgo se asocia a mayor presencia de enfermedad; por ejemplo, el consumo de alimentos inadecuados, tabaco, la falta de ejercicio, la adicción al alcohol y otras sustancias. Existe también un factor genético, por cuanto todo individuo hereda genes con información que determinan ciertas características que llevan a permanecer saludables o a enfermar; sin embargo, los efectos de esos genes son modificados por la interacción con los factores medioambientales en los cuales la alimentación y el ejercicio son importantes.
     La carga de la enfermedad refleja que la mayor prevalencia de incapacidades y muertes se deriva de una mezcla de factores de riesgo socio ambientales -como la inequidad, la pobreza o la miseria- con los estilos de vida -como hábitos alimenticios, sedentarismo, relaciones familiares e interpersonales, entre otros-. De allí que los estilos de vida jueguen papel fundamental como determinante del estado de salud, nutrición y calidad de vida de la población.
    La preocupación por una alimentación sana ha sido una constante en toda la historia de la humanidad. Desde siempre la gente ha sabido que una buena alimentación es importante para su vida ya que incide de forma directa en el mantenimiento y recuperación de la salud.


    CAPITULO II: Origen de los diferentes Alimentos y Alimentos Transgénicos.
    Los alimentos transgénicos son los alimentos derivados de organismos modificados genéticamente. Los alimento transgénicos se modifican genéticamente introduciendo modificaciones en su ADN mediante la ingeniería genética, a diferencia de alimentos similares que han sido modificados genéticamente, mediante la reproducción selectiva (cultivo de plantas y animales) o de mutaciones genéticas. Los primeros alimentos transgénicos salieron al mercado en la década de 1990. Por lo general, los alimentos transgénicos son vegetales como la soja, el maíz el aceite de girasol y el aceite de semilla de algodón, pero también se han desarrollado alimentos transgénicos de origen animal. Como ejemplo de animales transgénicos, en 2006 se creó un cerdo transgénico para producir ácidos grasos omega 3 cambiando uno de sus genes. Los investigadores también han desarrollado una raza transgénica de cerdos que son capaces de absorber el fósforo de las plantas que comen más eficiente y como consecuencia, el contenido de fósforo del estiércol se reduce hasta en un 60%.
    Los críticos se han opuesto a los alimentos transgénicos por varias razones. Algunos de los motivos de este rechazo a los alimentos transgénicos son cuestiones de seguridad, preocupaciones ecológicas y las preocupaciones económicas planteadas por el hecho de que estos organismos transgénicos están sujetos a la ley de propiedad intelectual.
    La ingeniería genética que da lugar a la creación de alimentos transgénicos, comienza con la identificación y aislamiento de un gen que expresa un rasgo deseable. El aislamiento del gen que se quiere aplicar para crear el alimento transgénico se hace utilizando de enzimas de restricción. Una vez aislado el gen, se selecciona una planta o animal receptor, a partir del cual se quiere obtener el alimento transgénico. El gen se inserta incorporándolo en su genoma a través de un género de bacterias, como el Agrobacterium, a través de una pistola de genes introduciendo partículas elementales cubiertas de ADN plásmido, electroporación o mediante un virus. Una en el receptor, el gen recién incorporado se convierte en parte del genoma del receptor y se regula de la misma manera que otros genes.
    Pasando por una definición adecuada, los productos transgénicos son productos alimenticios que se obtienen a partir de organismos genéticamente modificados (tanto plantas como animales.) En este proceso, dichos organismos están sujetos a modificaciones que se logran al hacer cambios específicos en el ADN por medio de la ingeniería genética.
    Esto implica ya sea la inserción o supresión de genes. La ingeniería genética ha sido uno de los principales logros en el campo de la biología, y el uso de la misma para la producción de alimentos es motivo de grandes dudas.
    La historia de los alimentos genéticamente modificados se remonta a mediados del siglo 19, cuando Gregory Mendel, que era monje botánico, llevó a cabo un experimento en el que se cruzaron algunas especies diferentes de guisantes para demostrar que ciertos rasgos de una especie se heredan en este proceso. A pesar de que Mendel es considerado el fundador de la ciencia de hoy en día la genética, sus esfuerzos no fueron reconocidos sino hasta el siglo 20.
    Después de que el avance de 1983 fue confirmado, llevó a los científicos unos diez años en lograr crear el primer alimento genéticamente modificado para uso comercial. Este producto transgénico fue un tomate creado por una compañía con sede en California y que su nombre es Calegne. La nueva especie de tomate, que fue nombrado FlavrSavr por la empresa, se puso a disposición comercialmente en 1994.



    CAPITULO III: Alimentos Apropiados para el Ser Humano y los Problemas  Patológicos que Ocasiona su Déficit.
    Por alimento adecuado se entiende que la alimentación debe satisfacer las necesidades de dieta teniendo en cuenta la edad de la persona, sus condiciones de vida, salud, ocupación, sexo, etc. Por ejemplo, si la alimentación de los niños no contiene los nutrientes necesarios para su desarrollo físico y mental no es adecuada.
    La alimentación con gran densidad de energía y escaso valor nutritivo, que puede contribuir a la obesidad y otras enfermedades, podría ser otro ejemplo de alimentación inadecuada. Los alimentos deben ser seguros para el consumo humano y estar libres de sustancias nocivas, como los contaminantes de los procesos industriales o agrícolas, incluidos los residuos de los plaguicidas, las hormonas o las drogas veterinarias.
    La alimentación adecuada debe ser además culturalmente aceptable. Por ejemplo, la ayuda que contiene alimentos que desde el punto de vista religioso o cultural están prohibidos a quienes los reciben o no se ajustan a sus hábitos de comida no sería culturalmente aceptable.
    Lo adecuado se refiere a la cantidad, la calidad y su carácter apropiado, tomando en cuenta los aspectos culturales y la fisiología de la persona (por ejemplo, sexo, edad y salud).
    Los alimentos apropiados para el ser humano son todos los que se encuentran en la pirámide nutricional, ya que su déficit ocasiona enfermedades tales como la desnutrición que puede ser hasta mortal según la edad cronológica en la que se encuentre la persona es por eso que se recomienda alimentarse adecuada y saludablemente para el desarrollo óptimo del organismo.

    CAPITULO IV: Medidas de Autocuidado Para una Alimentación Saludable
    La alimentación debe ser, por sobre todas las cosas, balanceada. No hay que ingerir un solo grupo de comidas, ni tampoco, exagerar en la ingesta de un tipo de alimento.
    Por lo mismo existe la pirámide de los alimentos. En la cual, el primer grupo, está compuesto por los cereales, el arroz, etc. Este primer nivel, demuestra la prioridad que hay que darle a estos alimentos. O sea, la primera. Luego vienen las verduras y las frutas. Asimismo, las carnes de vacuno, ave y cerdo. Como último y esto es lo más importante de la misma, las grasas y azúcares. En una buena alimentación, hay que evitar la ingesta de ambas, al mínimo. Ya que las dos, tanto grasa, como azúcar, pueden provocar gravísimas enfermedades al organismo. Como la diabetes y los problemas cardíacos, por acumulación de colesterol en las arterias.
    Los hábitos dentro de la alimentación, deben ser generados desde que la persona es muy pequeña. En los niños hay que trabajar la alimentación. Ya que cuando se es adulto, es muy difícil lograra un cambio en las costumbres de alimentación, que tenga aquella persona. Con el tema de los niños, es más que nada, ya que cuando se es pequeño, se van creando las células adiposas. Con son las que van a ir acumulando grasa durante nuestro trayecto por la vida. Y entre más grandes sean cuando uno es pequeño, más probabilidad de ser obeso, tendrá uno de ser cuando adulto. Por lo mismo, dentro de la alimentación de un niño, se debe incorporar todo tipo de alimento, a excepción de las grasas y los azucares.
    El autocuidado se refiere a las prácticas cotidianas y a las decisiones sobre ellas, que realiza una persona, familia o grupo para cuidar de su salud; estas prácticas son ‘destrezas’ aprendidas a través de toda la vida, de uso continuo, que se emplean por libre decisión, con el propósito de fortalecer o restablecer la salud y prevenir la enfermedad; ellas responden a la capacidad de supervivencia y a las prácticas habituales de la cultura a la que se pertenece.
    Qué puedes comer?
    •         Las 3 principales comidas deben ser lo más saludable posible, incluyendo en cada una fruta y  verdura y respetando un horario.
    •        Elige tus raciones de cereal, pan, arroz o pasta en las versiones integrales y sin grasa.
    •          Reduce las grasas evitando alimentos como: embutidos, ciertos cortes de carne (costilla, lomo, espaldilla, pecho, molida, cerdo, ganso, pato), quesos, frituras y postres.
    •          Varía las comidas, no comas siempre las mismas frutas o verduras o el mismo tipo de carne.
    •        Evite todo lo industrializado  y procesado ya que tienen sales, grasas y conservadores
    •          Los alimentos dulces, chocolates, refrescos, pizzas, hamburguesas, etc., no hay porqué omitirlos de la dieta, pero sí que es recomendable tomarlos en pequeñas cantidades y que su consumo sea ocasional sin dejar que se convierta en un hábito.



    BIBLIOGRAFIA


    •   La Gran Revolución de las Grasas, Sacha Barrio Healey
    •   La Nutrición Inteligente, Sacha Barrio Healey

    LINKOGRAFIA


    • Alimentación y deporte. http:// www.consumer.es. Fecha de visita Agosto 2004.
    • Actividad física: Hoja Informativa. Organización Panamericana de la Salud, Enero 2002.


     
  • INTEGRANTES:


    •  Calderón Salazar, Katherine 
    •   Méndez Cabellos, Janina
    •   Oblitas Rafael, Oscar
    •   Roque Corcuera, Mirla

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